La COP16 sobre biodiversidad en Colombia ha marcado un hito significativo en la lucha global por la conservación de la naturaleza. Este encuentro, celebrado del 21 de octubre al 2 de noviembre de 2024 en Cali, reunió a representantes de cerca de 200 países para discutir los avances en la protección de las especies y ecosistemas. A pesar de algunos desafíos, la conferencia logró importantes progresos, especialmente en lo que respecta a los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Logros históricos para los pueblos indígenas y afrodescendientes
La COP16, denominada la “COP de los pueblos” por el gobierno colombiano, ha sido testigo de avances significativos en el reconocimiento de los derechos de las comunidades autóctonas. Entre los logros más destacados se encuentra la creación de un nuevo órgano subsidiario dentro de la Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB). Esta entidad permanente permitirá a los representantes indígenas :
- Coordinar sus mensajes y propuestas
- Establecer acciones prioritarias para implementar el Marco Mundial para la Biodiversidad
- Influir de manera más directa en la toma de decisiones
Además, se ha dado un paso histórico al reconocer explícitamente el papel crucial de los pueblos afrodescendientes en la conservación de la biodiversidad. Esta inclusión, de particular importancia para las Américas, destaca sus conocimientos tradicionales y su estrecha relación con la naturaleza. La vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, mujer afrodescendiente, ha sido una figura clave en impulsar este reconocimiento.
Estos avances no solo representan una victoria en términos de justicia social, sino que también tienen un impacto directo en la conservación de la biodiversidad. Estudios de la Plataforma Intergubernamental IPBES han demostrado tasas inferiores de deforestación y degradación en territorios indígenas en comparación con áreas gestionadas por otros actores. El nuevo órgano subsidiario fomentará un diálogo más equitativo y la consideración de sistemas de conocimiento alternativos.
Tensiones norte-sur y desafíos financieros
A pesar de los logros mencionados, la COP16 también estuvo marcada por tensiones entre los países del norte y del sur global, especialmente en lo que respecta al financiamiento para la conservación de la biodiversidad. Las negociaciones sobre la gestión y distribución de los fondos necesarios para cubrir el déficit de financiamiento -estimado en 700 mil millones de dólares anuales hasta 2030- no llegaron a buen puerto.
Los países de bajos ingresos abogaron por la creación de un fondo específico para la biodiversidad, con una gobernanza y mecanismos de distribución distintos a los existentes. Sin embargo, los países donantes se mostraron reacios a multiplicar los mecanismos financieros. Como resultado, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) continuará siendo el principal canal de financiamiento, apoyando proyectos tanto de protección de ecosistemas como de transición energética y ayuda al desarrollo.
Esta falta de acuerdo sobre el financiamiento ha generado frustración entre muchos países del sur global, que consideran que los recursos actuales son insuficientes para abordar la crisis de biodiversidad en sus territorios. La tabla siguiente ilustra las diferentes posiciones :
Posición | Países del Sur | Países del Norte |
---|---|---|
Financiamiento | Nuevo fondo específico | Uso de mecanismos existentes |
Gobernanza | Mayor participación en decisiones | Mantener estructuras actuales |
Prioridades | Enfoque en conservación local | Equilibrio con otros objetivos globales |
Avances en la protección de recursos genéticos
Un logro significativo de la COP16 fue la creación del Fondo de Cali, destinado a garantizar un reparto equitativo de los beneficios derivados de los recursos genéticos. Este fondo busca abordar la problemática surgida con el uso de la información de secuenciación digital (DSI) por parte de las industrias farmacéutica, agroalimentaria y biotecnológica.
Hasta ahora, estas industrias podían recrear en laboratorio información genética sin necesidad de acceder físicamente a los recursos biológicos, lo que les permitía eludir la compensación a las comunidades de origen de esta biodiversidad. El Fondo de Cali pretende corregir esta situación mediante :
- Contribuciones voluntarias de los usuarios de información digital
- Asignación del 50% del financiamiento recaudado a pueblos indígenas y comunidades locales
- Apoyo a proyectos de protección de la diversidad biológica
Aunque las modalidades específicas de implementación aún están por definirse, la adopción de este fondo representa una victoria significativa para las comunidades locales y los defensores de la biodiversidad. Este mecanismo podría servir como modelo para futuros acuerdos internacionales sobre el uso sostenible de recursos genéticos.
Retos pendientes y perspectivas futuras
A pesar de los avances logrados, la COP16 dejó varios asuntos pendientes que deberán abordarse en futuras negociaciones. Entre los principales desafíos se encuentran :
1. Implementación del Marco Mundial para la Biodiversidad : La adopción de indicadores y mecanismos de seguimiento para los 23 objetivos del marco quedó aplazada. Esto dificulta la evaluación del progreso real en la consecución de las metas globales de conservación.
2. Brecha de financiamiento : La falta de acuerdo sobre nuevos mecanismos de financiación deja sin resolver el problema de cómo movilizar los recursos necesarios para frenar la pérdida de biodiversidad a escala global.
3. Integración de conocimientos tradicionales : Aunque se han dado pasos importantes, aún queda camino por recorrer en la incorporación efectiva de los saberes indígenas y locales en las estrategias de conservación.
La COP16 ha demostrado que, si bien existen avances significativos en el reconocimiento de actores clave como los pueblos indígenas y afrodescendientes, persisten desafíos importantes en la gobernanza global de la biodiversidad. El éxito futuro dependerá de la capacidad de la comunidad internacional para conciliar las diferentes visiones y necesidades, especialmente entre el norte y el sur global, y para movilizar los recursos necesarios para una acción efectiva contra la pérdida de biodiversidad.