Entregan a 4 perros responsables del brutal ataque que mutiló a joven en el sur de Bogotá

Entregan a 4 perros responsables del brutal ataque que mutiló a joven en el sur de Bogotá

Un brutal ataque canino sacudió la localidad de Bosa, en el suroccidente de Bogotá, donde Greiber Eduardo Berrío, un joven de 19 años, sufrió graves mutilaciones tras ser atacado por una jauría de perros mientras regresaba a su hogar en el sector de Potreritos. Este lamentable incidente, ocurrido a finales de marzo de 2025, ha generado conmoción entre los habitantes de la capital colombiana y ha puesto en evidencia las falencias en el control de animales potencialmente peligrosos en zonas urbanas.

Entrega voluntaria de los caninos tras el violento ataque

Tras la difusión de la noticia sobre el brutal ataque que sufrió el joven Berrío, las autoridades distritales actuaron con celeridad. La Alcaldía Mayor de Bogotá emitió un comunicado oficial informando sobre la entrega voluntaria de cuatro perros relacionados con el incidente. Este procedimiento se llevó a cabo mediante un trabajo coordinado entre la comunidad del sector, la Policía Ambiental, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (Idpyba) y la Alcaldía local de Bosa.

El proceso incluyó la identificación tanto de los caninos como de la persona señalada como su propietario. Tras un diálogo con el tenedor de los animales, se logró que este entregara voluntariamente a los cuatro perros presuntamente involucrados en el ataque. Los caninos fueron inmediatamente trasladados a las instalaciones de la Secretaría Distrital de Salud ubicadas en la Unidad de Cuidado Animal, donde se inició el protocolo de vigilancia integrada de rabia.

Según informaron las autoridades, estos animales permanecerán bajo observación durante un periodo de 10 a 15 días, tiempo durante el cual se realizará un seguimiento diario para determinar si presentan signos clínicos asociados a la enfermedad de la rabia. Posteriormente, los especialistas realizarán una valoración completa del riesgo que representan para definir el manejo adecuado de cada uno, considerando tanto su estado clínico como su comportamiento.

Gravedad de las lesiones y estado actual del joven

El ataque que sufrió Greiber Eduardo Berrío ha sido catalogado como uno de los más severos registrados en la capital colombiana. Según declaraciones de su padre, Guillermo Berrío, el joven recibió más de 150 mordeduras en diversas partes de su cuerpo, resultando en lesiones de extrema gravedad que han comprometido seriamente su salud y su calidad de vida futura.

Las consecuencias del ataque han sido devastadoras para el joven, quien perdió ambos brazos y sufrió la amputación de sus orejas. De acuerdo con el testimonio desgarrador de su padre: “Le arrancaron sus dos orejitas. La única parte que no le mordieron fue su parte íntima y los pies”. Estas declaraciones evidencian la brutalidad del ataque perpetrado por la jauría.

Actualmente, Berrío se encuentra internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Occidente de Kennedy, con pronóstico reservado. Inicialmente fue auxiliado por agentes de policía que lo trasladaron al Hospital de Bosa, pero debido a la gravedad de sus heridas fue necesario remitirlo a un centro médico de mayor complejidad. Como parte del protocolo médico, el joven recibió la aplicación de suero antirrábico para prevenir complicaciones adicionales.

Etapa de atención Centro médico Procedimientos realizados
Atención inicial Hospital de Bosa Primeros auxilios y evaluación de heridas
Tratamiento especializado Hospital Occidente de Kennedy Amputación de miembros, aplicación de suero antirrábico, cuidados intensivos

Antecedentes de ataques y negligencia en la zona

Un aspecto particularmente preocupante de este caso es que, según testimonios de residentes y familiares de la víctima, este no habría sido un incidente aislado. Guillermo Berrío, padre del joven atacado, afirmó en declaraciones a medios locales que otros habitantes del sector ya habían alertado previamente sobre la conducta agresiva de estos mismos perros.

“Cerca a la casa, anteriormente, pasó un caso parecido, similar a este, no de tanta magnitud, y la gente llamó, pero han hecho caso omiso”, señaló el padre de la víctima. Este testimonio sugiere una posible negligencia por parte de las autoridades al no atender oportunamente las denuncias previas realizadas por la comunidad.

De acuerdo con lo expresado por Berrío, el ataque sufrido por su hijo sería aproximadamente el quinto incidente reportado en el sector. Esta situación ha generado indignación entre los habitantes de la localidad de Bosa, quienes cuestionan la efectividad de los mecanismos de respuesta institucional frente a denuncias sobre animales potencialmente peligrosos.

La problemática de personas en situación de calle en Bogotá también se relaciona con la proliferación de perros sin control, pues muchos de estos animales acompañan a un día en las calles de Bogotá : la dura realidad de las personas sin hogar, creando situaciones de riesgo adicionales.

Protocolos de seguridad y recomendaciones

Las autoridades sanitarias de Bogotá han aprovechado este lamentable incidente para recordar a la ciudadanía los protocolos a seguir en caso de agresiones por animales potencialmente transmisores de rabia:

  • Consultar inmediatamente a servicios médicos tras cualquier agresión animal
  • Proporcionar información sobre la ubicación de los animales agresores
  • Seguir al pie de la letra las indicaciones médicas para tratamientos preventivos
  • Denunciar oportunamente a las autoridades competentes la presencia de animales agresivos
  • Mantener distancia de animales con comportamientos erráticos o agresivos

Respuesta institucional y medidas futuras

Frente a la gravedad del incidente, la Secretaría Distrital de Salud ha informado que mantiene una ocupación controlada de sus caniles para garantizar condiciones dignas y seguras para los animales bajo su custodia. Asimismo, ha destacado que cuenta con profesionales especializados para adelantar la vigilancia de eventos zoonóticos como el ocurrido con el joven Berrío.

Este caso ha puesto sobre la mesa la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y respuesta frente a denuncias ciudadanas relacionadas con animales potencialmente peligrosos en entornos urbanos. Las autoridades distritales han señalado que evaluarán sus protocolos actuales para identificar oportunidades de mejora que permitan prevenir futuros incidentes de similar naturaleza.

La comunidad de Bosa espera que este trágico suceso sirva como catalizador para implementar medidas más efectivas de control animal y respuesta institucional, garantizando así la seguridad de todos los habitantes de la capital colombiana.

Juan Pérez
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