Este pueblo del Caribe parece La Habana… pero con más música de acordeón

Este pueblo del Caribe parece La Habana… pero con más música de acordeón

En las costas del mar Caribe colombiano se encuentra Santa Marta, una ciudad que evoca inmediatamente los recuerdos de La Habana con su arquitectura colonial y sus calles empedradas. Sin embargo, esta perla del departamento del Magdalena posee una identidad musical única que la distingue de la capital cubana : aquí resuena el vallenato tradicional con sus acordeones que narran historias de amor, desamor y la vida cotidiana del Caribe colombiano.

La arquitectura colonial que conecta dos mundos caribeños

Las similitudes arquitectónicas entre Santa Marta y La Habana son innegables. Ambas ciudades comparten esa herencia colonial española que se refleja en sus construcciones de colores vibrantes, balcones de hierro forjado y plazas centrales donde la vida social late al ritmo caribeño. El centro histórico de Santa Marta, declarado Bien de Interés Cultural, conserva edificaciones del siglo XVI que transportan a los visitantes a épocas pasadas.

La Catedral Basílica de Santa Marta, construida entre 1766 y 1794, se erige como testimonio de la grandeza arquitectónica que caracteriza estas ciudades caribeñas. Sus muros blancos contrastan con el azul intenso del mar, creando esa postal típica que recuerda inmediatamente a los malecones habaneros. Las casas coloniales del barrio histórico, con sus fachadas coloridas y patios interiores, mantienen vivo el espíritu de la época colonial.

Los turistas que recorren sus calles experimentan esa sensación de déjà vu que solo pueden ofrecer las ciudades hermanas del Caribe. La Plaza de Armas, centro neurálgico de la ciudad, funciona como punto de encuentro donde se mezclan locales y visitantes, tal como ocurre en la Plaza de la Catedral habanera.

El vallenato como sello distintivo de Santa Marta

Mientras La Habana vibra al son de la salsa y el jazz afrocubano, Santa Marta late al ritmo del vallenato. Esta ciudad no solo comparte paisajes con la capital cubana, sino que añade su propia banda sonora protagonizada por el acordeón, la caja y la guacharaca. El vallenato, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad según la UNESCO, encuentra en Santa Marta uno de sus epicentros más importantes.

Instrumento Función en el vallenato Origen
Acordeón Melodía principal Europeo
Caja Ritmo base Africano
Guacharaca Percusión complementaria Indígena

Los juglares samarios han mantenido viva esta tradición musical que se escucha en cada esquina, desde los restaurantes del centro histórico hasta las playas de El Rodadero. Rafael Escalona, aunque nacido en Patillal, César, encontró en Santa Marta un escenario perfecto para sus composiciones, convirtiendo a la ciudad en musa inspiradora de numerosos clásicos vallenatos.

La diferencia musical entre ambas ciudades caribeñas se hace evidente durante las celebraciones populares. Mientras en La Habana predominan los conjuntos de son cubano, en Santa Marta los acordeones diatónicos alemanes e italianos marcan el compás de festividades como el Festival Vallenato y las Fiestas del Mar.

Experiencias únicas que ofrece la Perla del Caribe

Santa Marta ofrece experiencias que van más allá de sus similitudes con La Habana. Su posición privilegiada como puerta de entrada a la Sierra Nevada la convierte en un destino único donde se combinan playa, montaña y cultura. Los visitantes pueden disfrutar de :

  • Recorridos por el centro histórico con música vallenata en vivo
  • Excursiones a Ciudad Perdida, sitio arqueológico precolombino
  • Visitas a las playas del Parque Nacional Tayrona
  • Encuentros con comunidades indígenas Kogui y Arhuaca
  • Degustación de gastronomía caribeña con acompañamiento musical tradicional

La Casa de la Cultura organiza regularmente presentaciones de grupos vallenatos locales, permitiendo a los turistas sumergirse en esta tradición musical mientras admiran la arquitectura colonial. Los bares y restaurantes del centro histórico ofrecen una experiencia gastronómica única donde los acordeones acompañan platos típicos como el sancocho de sábalo y el arroz con coco.

Esta ciudad del Magdalena demuestra que el Caribe es diverso en sus expresiones culturales, manteniendo elementos arquitectónicos comunes pero desarrollando identidades musicales propias que enriquecen el patrimonio regional.

Luis Rodríguez
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