El Regalo : el barrio más limpio de Bogotá que es ejemplo para América Latina

El Regalo : el barrio más limpio de Bogotá que es ejemplo para América Latina

En las inmensas calles de Bogotá, donde montañas de desechos forman parte del paisaje cotidiano, existe un pequeño territorio que desafía toda lógica urbana. El Regalo, ubicado en la localidad de Bosa, se ha convertido en un oasis de limpieza que contrasta radicalmente con el caos ambiental que caracteriza gran parte de la capital colombiana.

Esta pequeña comunidad de apenas 104 familias ha logrado mantener sus calles completamente libres de residuos durante más de tres décadas. Ni un papel ni una bolsa plástica se observan en sus aceras, transformando este barrio en una verdadera “tacita de plata” que ha llamado la atención de autoridades y organizaciones internacionales.

Ana Inés Vásquez : la visionaria detrás del milagro ambiental

El liderazgo de Ana Inés Vásquez, presidenta de la junta de acción comunal, ha sido fundamental para esta transformación. Esta mujer, originaria de Bucaramanga, llegó a Bogotá a los 18 años y quedó impactada por las montañas de basura que encontró en cada esquina de su nuevo hogar.

Con una máquina de escribir como herramienta principal, Vásquez comenzó a redactar cartas dirigidas a las autoridades, solicitando servicios públicos básicos para su comunidad. Su formación ecológica escolar le proporcionó los conocimientos necesarios para concienciar a sus vecinos sobre la importancia del cuidado ambiental.

El proceso de transformación no fue inmediato. Vásquez se involucró gradualmente en causas sociales comunitarias, escalando desde vicepresidenta hasta presidenta de la JAC. A través de un diplomado especializado, reforzó sus conocimientos y comenzó a enseñar técnicas de compostaje, reciclaje y reutilización a sus vecinos.

Actividad de reciclaje Resultado obtenido Beneficio para la comunidad
Separación de residuos orgánicos Abonos orgánicos y huertas urbanas Ahorro en alimentación familiar
Reutilización de papel Tarjetería artesanal Ingresos adicionales
“Botellitas del amor” Madera plástica Mobiliario comunitario
Aprovechamiento agua lluvia Sistema de riego Reducción consumo hídrico

Estrategias innovadoras que revolucionaron la gestión de residuos

La comunidad de El Regalo ha desarrollado un sistema integral que permite que sus 10,4 toneladas anuales de residuos no lleguen al relleno sanitario Doña Juana. Esta iniciativa cuenta con el apoyo de universidades e instituciones especializadas en sostenibilidad ambiental.

Una de las innovaciones más destacadas son las denominadas “botellitas del amor”. Este sistema consiste en llenar botellas plásticas con residuos de difícil reciclaje, como envoltorios y bolsas de un solo uso. Posteriormente, estas botellas se transforman en madera plástica gracias a una alianza con la empresa Herraplast.

El salón comunal funciona como centro neurálgico de estas actividades. En sus paredes, murales que retratan la naturaleza inspiran a los visitantes, mientras que cajones fabricados con material reciclado clasifican diferentes tipos de residuos :

  • Chatarra metálica para refundición industrial
  • Vidrio destinado a nuevos envases
  • Cartón para producción papelera
  • Plásticos especializados para transformación en mobiliario

Los establecimientos comerciales del barrio han adoptado estas prácticas, separando meticulosamente sus residuos hasta alcanzar cantidades suficientes para entregarlas a empresas especializadas. Los escombros de construcción, llantas usadas y electrodomésticos averiados son gestionados por grupos comunitarios que los transportan a puntos de recolección autorizados por LIME, la empresa de aseo zonal.

Reconocimiento internacional y contraste con la realidad bogotana

El Regalo ha recibido en dos ocasiones el premio Gaviota AC de México como el barrio más limpio de Latinoamérica. Este reconocimiento internacional contrasta dramáticamente con la situación general de Bogotá, donde la acumulación de residuos representa un desafío constante para las autoridades municipales.

Según datos de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), hasta agosto de 2025 se registran 5.614 toneladas diarias de residuos ordinarios no aprovechables, representando un incremento del 3% respecto al año anterior. La ciudad cuenta actualmente con 711 puntos críticos distribuidos en 19 de las 20 localidades.

Esta problemática afecta particularmente a localidades como Engativá (153 puntos críticos), Kennedy (71 puntos) y paradójicamente Bosa (60 puntos), donde precisamente se ubica El Regalo. Muchas canecas instaladas por operadores para promover el buen uso del espacio público funcionan como botaderos improvisados, desbordándose constantemente con basura regada en sus alrededores.

Los contenedores destinados a recibir bolsas domésticas o material reciclable frecuentemente se convierten en depósitos de llantas, muebles, electrodomésticos dañados y escombros. Esta situación evidencia la falta de cultura ciudadana ambiental que contrasta radicalmente con la experiencia exitosa de El Regalo.

Un modelo replicable para transformar Bogotá

El alcalde Carlos Fernando Galán reconoce oficialmente los logros de esta comunidad y la presenta como ejemplo paradigmático para el resto de la ciudad. En el marco de la Semana de la Participación, las autoridades distritales han organizado un macroacuerdo ciudadano por la limpieza de Bogotá, utilizando El Regalo como referente de organización comunitaria exitosa.

La experiencia de este ecobarrio demuestra que la transformación urbana es posible cuando existe liderazgo comunitario comprometido y participación ciudadana activa. Sus huertas sostenibles, espacios públicos recuperados y sistema integral de gestión de residuos representan un modelo escalable para otras comunidades bogotanas.

La alianza proyectada con CEMEX para la recolección de escombros de demolición, que serán reaprovechados en la fabricación de ladrillos, ejemplifica cómo las iniciativas comunitarias pueden integrarse con el sector empresarial para promover una gestión circular de residuos. Tal como señala los recicladores que exigen mejores condiciones laborales, la sostenibilidad ambiental debe ir acompañada de justicia social y reconocimiento del trabajo ambiental comunitario.

Luis Rodríguez
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