Las tensiones entre Estados Unidos y Colombia han alcanzado un punto crítico tras las amenazas del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC disidentes. Esta facción armada ha declarado públicamente que resistirá cualquier intervención militar estadounidense en territorio colombiano, intensificando así el conflicto diplomático entre ambas naciones.
El EMC desafía la política antidrogas de Washington
La principal facción de dissidentes de las FARC ha emitido una declaración contundente dirigida a la administración Trump. El Estado Mayor Central, que rechazó categóricamente el acuerdo de paz de 2016, advirtió que combatirá a las fuerzas estadounidenses si estas violan la soberanía nacional.
“Estamos acostumbrados a luchar y combatir a quienes debemos combatir”, manifestó el EMC en su comunicado oficial. La organización se autodefinió como oponente feroz del imperio americano, reafirmando su posición histórica contra la presencia militar extranjera en la región.
El grupo armado controla vastos territorios donde se produce cocaína, especialmente en la región del Catatumbo, zona fronteriza con Venezuela. Su líder, Iván Mordisco, figura como el criminal más buscado de Colombia, encabezando una organización que mantiene activas las hostilidades contra las fuerzas gubernamentales.
| Aspecto | EMC | FARC original |
|---|---|---|
| Estatus legal | Grupo armado ilegal | Partido político (2016) |
| Posición acuerdo paz | Rechazo total | Aceptación |
| Actividad principal | Narcotráfico, combate | Política electoral |
Escalada militar estadounidense en aguas del Caribe
Washington ha intensificado sus operaciones aéreas antinarcóticos desde septiembre, concentrando sus ataques principalmente en embarcaciones del mar Caribe. Estos bombardeos han resultado en al menos 43 víctimas fatales, según datos oficiales estadounidenses, y han generado una crisis diplomática regional sin precedentes.
Las diez operaciones confirmadas por Estados Unidos han provocado reacciones adversas no solo en Colombia, sino también en Venezuela y otros países caribeños. La estrategia militar estadounidense busca interceptar las rutas de tráfico de cocaína que conectan Sudamérica con los mercados norteamericanos.
El presidente Trump ha justificado estas acciones acusando al gobierno colombiano de inacción frente a la producción de cocaína en su territorio. Como resultado, Washington ha impuesto sanciones económicas a Colombia y amenazado con expandir las operaciones terrestres. Colombia acusa a Estados Unidos de ejecuciones extrajudiciales en el Caribe, evidenciando la creciente fricción bilateral.
Las principales zonas afectadas por estos bombardeos incluyen :
- Rutas marítimas del Caribe occidental
- Corredores de tráfico hacia México
- Embarcaciones en aguas internacionales
- Puntos de transferencia de cargamento
Respuesta colombiana ante la presión norteamericana
El presidente Gustavo Petro ha respondido categóricamente a las amenazas de Trump, declarando que cualquier agresión terrestre constituye una invasión y una violación flagrante de la soberanía nacional. Esta posición oficial refleja el rechazo del gobierno colombiano a permitir operaciones militares unilaterales en su territorio.
La administración Petro enfrenta un dilema complejo entre mantener relaciones diplomáticas con Washington y defender la integridad territorial. El mandatario colombiano ha criticado públicamente la estrategia militar estadounidense, argumentando que las operaciones aéreas representan ejecuciones extrajudiciales que violan el derecho internacional.
La crisis ha expuesto las profundas diferencias en los enfoques antidrogas entre ambos países. Mientras Estados Unidos privilegia soluciones militares, Colombia aboga por estrategias de desarrollo alternativo y sustitución de cultivos ilícitos. Esta divergencia conceptual complica cualquier colaboración efectiva en la lucha contra el narcotráfico.
Impacto regional del conflicto armado persistente
Colombia atraviesa un conflicto armado que se extiende por más de medio siglo, involucrando múltiples actores armados ilegales. Los disidentes de las FARC representan apenas una fracción de esta compleja realidad, que incluye también grupos paramilitares, bandas criminales y organizaciones de narcotraficantes.
El EMC ha consolidado su control territorial en regiones estratégicas para el tráfico de drogas, estableciendo alianzas con carteles internacionales y manteniendo una estructura militar sofisticada. Su capacidad de desafiar tanto al gobierno colombiano como a Estados Unidos demuestra la persistencia del fenómeno insurgente en el país.
Las amenazas del grupo disidente coinciden con el incremento de la violencia en territorios donde anteriormente operaban las FARC unificadas. La fragmentación del movimiento guerrillero ha creado múltiples focos de conflicto que complican los esfuerzos de pacificación y estabilización territorial iniciados tras el acuerdo de paz de 2016.
- Taxista ebrio arrolla 11 personas en Bogotá : dos menores en muerte cerebral - noviembre 10, 2025
- Palacio de Justicia : hija de magistrado revela cómo torturaron y ejecutaron a su padre - noviembre 7, 2025
- Abelardo de la Espriella llena Bogotá con 15.000 seguidores en gran convención ultra - noviembre 4, 2025


