Protestas en Colombia : miles apoyan reformas de Petro tras bloqueos en Bogotá

Protestas en Colombia : miles apoyan reformas de Petro tras bloqueos en Bogotá

La tensión social en Colombia alcanza nuevos niveles mientras miles de ciudadanos salen a las calles para mostrar su respaldo a las reformas impulsadas por el presidente Gustavo Petro. El 28 de mayo de 2025, las principales ciudades del país se convirtieron en escenarios de manifestaciones masivas, generando un panorama que refleja la polarización política que vive la nación sudamericana.

Movilización nacional en apoyo a las reformas de Petro

El despertar de Bogotá el pasado miércoles estuvo marcado por bloqueos en varias estaciones del sistema de transporte público, afectando a cientos de miles de usuarios. Esta acción formó parte de una estrategia mayor coordinada por sectores afines al gobierno actual para presionar al Parlamento colombiano, que ha mostrado resistencia a las propuestas presidenciales.

Las centrales sindicales, junto con organizaciones campesinas e indígenas, se movilizaron masivamente en la capital. El llamado a la “huelga nacional” no se limitó a Bogotá, sino que se extendió a otras ciudades importantes como:

  • Medellín, centro económico del noroeste colombiano
  • Cali, tercera ciudad más poblada ubicada en el suroeste
  • Bucaramanga, capital del departamento de Santander en el noreste

Esta movilización representa una de las más significativas desde que Gustavo Petro asumió la presidencia en agosto de 2022. Los manifestantes portaban pancartas con lemas que reflejaban su apoyo a la agenda reformista del gobierno, especialmente en materia laboral y sanitaria.

El presidente ha utilizado su cuenta en la plataforma X (anteriormente Twitter) para defender sus posiciones, afirmando categóricamente que “El derecho a la consulta popular existe”, un mensaje directo hacia quienes se oponen a sus métodos para impulsar los cambios legislativos propuestos.

Pugna entre el ejecutivo y el legislativo colombiano

La batalla política entre el gobierno de Petro y el Parlamento colombiano ha escalado considerablemente en las últimas semanas. El presidente busca ampliar los derechos de los colombianos en ámbitos fundamentales como el trabajo y la salud, pero sus proyectos de ley han encontrado un muro en el poder legislativo.

Ante este bloqueo institucional, Petro ha optado por promover un referéndum como vía alternativa para sacar adelante sus reformas. Sin embargo, esta estrategia enfrenta una paradoja jurídica: el proceso electoral requiere la aprobación del mismo Parlamento que rechaza sus iniciativas. A mediados de mayo, los legisladores se negaron a convocar la consulta popular que incluía 12 preguntas sobre diversos aspectos de las reformas propuestas.

Tras este revés, el mandatario presentó una propuesta modificada, pero la resistencia parlamentaria persiste. Esta situación ha llevado al gobierno a considerar medidas más drásticas como la aprobación por decreto, lo que podría desencadenar una crisis constitucional sin precedentes en la historia reciente del país.

El panorama político actual puede resumirse en la siguiente tabla:

Actor político Posición Estrategia
Gobierno de Petro Impulso de reformas sociales Referéndum y movilización ciudadana
Parlamento Bloqueo a iniciativas gubernamentales Rechazo legislativo
Sindicatos y organizaciones sociales Apoyo al gobierno Manifestaciones y huelga nacional

Impacto ciudadano y perspectivas de las reformas propuestas

Las manifestaciones del 28 de mayo representan un capítulo más en la estrategia de presión popular que Petro ha utilizado recurrentemente durante su mandato. La última movilización previa había ocurrido el 1 de mayo, coincidiendo con el Día Internacional del Trabajo, una fecha simbólica para las reivindicaciones laborales que forman parte central de su agenda.

Los proyectos de reforma planteados por el gobierno de Petro apuntan a transformar estructuralmente varios sectores clave de la sociedad colombiana:

  1. Reforma laboral para mejorar las condiciones de trabajo y reducir la precariedad
  2. Cambios en el sistema de salud para garantizar una cobertura más universal
  3. Reformas educativas orientadas a ampliar el acceso a la educación superior
  4. Modificaciones en el sistema pensional

Para los sectores que apoyan estas iniciativas, representan un avance necesario hacia una Colombia más equitativa. Sin embargo, los críticos argumentan que podrían generar inestabilidad económica en un momento de incertidumbre global.

Las protestas han evidenciado el respaldo popular con el que cuenta el presidente, pero también han generado divisiones en la sociedad colombiana. El bloqueo de las estaciones de transporte público en Bogotá afectó particularmente a los trabajadores de menores ingresos, quienes dependen críticamente de este servicio para su movilidad diaria en una metrópolis de 8 millones de habitantes.

Futuro político en medio de la tensión social

El mandato de Gustavo Petro, que debe concluir en 2026, enfrenta un periodo decisivo para definir su legado histórico. La capacidad del gobierno para materializar sus promesas de campaña dependerá en gran medida de cómo se resuelva este pulso con el Parlamento.

Si el presidente logra mantener la presión social mediante movilizaciones constantes, podría forzar concesiones del poder legislativo. No obstante, la amenaza de aprobar la consulta por decreto plantea interrogantes sobre los límites constitucionales del poder ejecutivo.

Los analistas políticos señalan que Colombia atraviesa una redefinición de su contrato social, con fuerzas progresistas intentando consolidar transformaciones estructurales frente a sectores tradicionales que resisten cambios profundos en el modelo económico y social.

El panorama se complica por la situación económica del país, que enfrenta desafíos como la inflación y el desempleo. Cualquier reforma sustancial deberá considerar estos factores para garantizar su viabilidad a largo plazo y evitar consecuencias no deseadas que podrían profundizar las brechas sociales existentes.

La jornada del 28 de mayo demostró que, lejos de agotarse, la capacidad de movilización ciudadana sigue siendo una variable determinante en la ecuación política colombiana, y podría definir el rumbo del país en los próximos meses.

María Gómez
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