Kurmakai Wera : espacio de prevención y sanación para mujeres Emberá en Bogotá

Kurmakai Wera : espacio de prevención y sanación para mujeres Emberá en Bogotá

En el corazón de Bogotá, un innovador proyecto está transformando la vida de las mujeres indígenas Emberá. Kurmakai Wera, que significa “Tejiendo historias entre mujeres” en lengua Emberá, se ha consolidado como un espacio vital para la prevención de violencias de género y la promoción del bienestar emocional de esta comunidad vulnerable. Esta iniciativa, implementada en la Unidad de Protección Integral La Florida, representa un enfoque revolucionario en el abordaje de problemáticas sociales que afectan específicamente a las mujeres indígenas en contextos urbanos.

Un espacio seguro cocreado desde la cosmovisión Emberá

La singularidad de Kurmakai Wera radica en su metodología participativa, donde las propias lideresas indígenas juegan un papel fundamental en el diseño y desarrollo de cada encuentro. Este enfoque garantiza que todas las actividades respeten y potencien la identidad cultural de las participantes, evitando cualquier tipo de imposición externa que pudiera desarraigarlas de sus tradiciones.

Los encuentros incorporan elementos profundamente simbólicos para la cultura Emberá como:

  • El fuego como elemento purificador
  • El agua como símbolo de vida y renovación
  • Las flores y semillas como representación del crecimiento
  • El tejido tradicional como metáfora de conexión comunitaria

Estos símbolos no son meramente decorativos, sino que funcionan como puentes efectivos para conectar a las participantes con sus memorias ancestrales, facilitar la expresión emocional y crear narrativas compartidas que fortalecen el sentido de comunidad y pertenencia.

“No esperamos a que la violencia ocurra, con estos encuentros prevenimos desde el cuidado, de la mano de las mujeres y desde el territorio”, explicó Lina Lozano Ruiz, directora de Enfoque Diferencial de la Secretaría Distrital de la Mujer de Bogotá. Esta filosofía preventiva representa un cambio paradigmático en los enfoques tradicionales de atención a víctimas.

Respuesta a necesidades expresadas por la comunidad

Kurmakai Wera no surgió como una iniciativa impuesta desde arriba, sino como respuesta directa a las preocupaciones manifestadas por las propias mujeres Emberá durante mesas interculturales de diálogo. En estos espacios, las participantes alertaron sobre la normalización y silenciamiento de diversos tipos de violencia dentro de su comunidad, una realidad invisible para muchas instituciones.

La metodología implementada forma parte de la Escuela Amar-te, una estrategia más amplia de la Secretaría Distrital de la Mujer que prioriza el autocuidado como herramienta fundamental para prevenir violencias basadas en género. Este enfoque resulta especialmente relevante en comunidades donde los factores culturales y el desplazamiento forzado aumentan la vulnerabilidad de las mujeres.

El valor diferencial del programa radica en varios aspectos:

Aspecto Beneficio
Presencia de intérpretes Garantiza una comunicación efectiva respetando su lengua materna
Liderazgo de mujeres Emberá Asegura pertinencia cultural y genera confianza
Enfoque en sororidad Promueve redes de apoyo entre las participantes
Conexión con tradiciones Fortalece identidad cultural como factor protector

Esta aproximación ha permitido abordar temas sensibles que anteriormente no encontraban espacio de expresión, creando vías de comunicación y apoyo entre mujeres que comparten realidades similares pero que carecían de un entorno seguro para articularlas.

Fortalecimiento de la autonomía y resistencia cultural

Más allá de la prevención inmediata de violencias, Kurmakai Wera trabaja en el fortalecimiento de la autonomía de las mujeres Emberá. El diseño de cada actividad, cuidadosamente guiado por sus propias voces y tradiciones, permite una intervención culturalmente pertinente que no solo respeta sino que potencia su identidad.

Los encuentros se desarrollan siguiendo una secuencia pedagógica que promueve:

  1. Reconocimiento de emociones propias y colectivas
  2. Identificación de patrones culturales que normalizan violencias
  3. Desarrollo de herramientas prácticas para el autocuidado
  4. Construcción de redes de apoyo entre participantes
  5. Apropiación de derechos y rutas de atención institucional

La Secretaría Distrital de la Mujer ha programado más de 20 espacios pedagógicos similares durante 2025, dirigidos a diversos grupos poblacionales de mujeres en Bogotá. Kurmakai Wera representa un modelo ejemplar de intervención con enfoque diferencial que podría replicarse en otros contextos con comunidades indígenas urbanas.

El impacto de esta iniciativa trasciende lo individual para afectar positivamente a toda la comunidad Emberá residente en Bogotá. Al fortalecer a las mujeres como preservadoras de cultura y cuidadoras tradicionales, se potencia su capacidad para transmitir valores ancestrales a las nuevas generaciones mientras desarrollan herramientas para enfrentar los desafíos del contexto urbano.

La experiencia de Kurmakai Wera demuestra que las políticas públicas de prevención de violencias contra mujeres indígenas son más efectivas cuando parten del reconocimiento y respeto de sus propias cosmovisiones. Este enfoque no solo previene violencias de género sino que contribuye decisivamente a la preservación cultural y al bienestar integral de comunidades que enfrentan múltiples formas de discriminación y exclusión en contextos urbanos.

María Gómez
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